EL PODER DE LA SORPRESA
Combinando lo rutinario con lo inesperado para favorecer el desarrollo cognitivo de nuestros hijos
FAMILIAS
3/28/20252 min read


La ciencia lo ha confirmado: lo inesperado estimula el cerebro en desarrollo y facilita la creación de nuevos circuitos neuronales. Cada vez que nos enfrentamos a algo novedoso o sorprendente, nuestro cerebro libera dopamina, una molécula clave en el aprendizaje, la motivación y la memoria.
Pero la sorpresa no solo genera entusiasmo momentáneo, sino que también activa habilidades esenciales como la flexibilidad cognitiva, la anticipación, el razonamiento, la empatía, la expresión emocional y la reflexión. En otras palabras, las experiencias sorpresivas preparan a los niños para adaptarse mejor a su entorno y responder de manera creativa a los desafíos de la vida.
Ampliando el concepto de sorpresa
A menudo pensamos en la sorpresa como algo grande, como una fiesta inesperada o un regalo especial. Pero en realidad, pequeñas variaciones en la rutina diaria pueden generar el mismo impacto en el cerebro infantil. La clave está en romper la monotonía para evitar que las rutinas "adormezcan" su curiosidad y creatividad.
Esto se puede lograr con:
Pequeños cambios en las rutinas que generen curiosidad.
Preguntas que fomenten el pensamiento divergente, es decir, que tengan múltiples respuestas posibles.
Retos y desafíos para resolver problemas cotidianos de manera diferente.
No se trata de grandes espectáculos, sino de introducir pequeñas dosis de novedad que despierten su interés.
Ejemplos prácticos según la edad
Para los más pequeños (0-5 años):
Rotar los juguetes: En lugar de tener todos los juguetes disponibles, guardar algunos y cambiarlos cada semana. Así, redescubrirán cada objeto como si fuera nuevo.
Modificar el área de juego: Cambiar la distribución de los muebles, agregar cajas de cartón para construir, o incluir nuevos materiales sensoriales.
Variar la música que escuchan: Exponerlos a distintos géneros musicales, desde clásica hasta jazz, rock o música de otras culturas.
Usar diferentes voces y expresiones en la lectura de cuentos: Exagerar voces, cambiar finales o hacer pausas dramáticas puede convertir un cuento conocido en una historia completamente nueva.
Para niños más grandes (6-12 años):
Explorar nuevas rutas: En lugar de tomar siempre el mismo camino a la escuela o al parque, probar diferentes calles o medios de transporte.
Cocinar juntos recetas nuevas: Elegir platos de diferentes países o inventar nuevas combinaciones de ingredientes.
Hacer "desafíos de cambio": Por ejemplo, lavarse los dientes con la mano contraria o intentar escribir con los ojos cerrados.
Visitar lugares nuevos para hacer trámites o compras: Invitarles a observar detalles y a interactuar con otras personas en esos espacios.
Crear un “cambio misterioso” en casa: Alterar algún elemento en el hogar y desafiarles a descubrir qué ha cambiado.
¡Para familias creativas!
El “Show Sorpresa” familiar: Cada semana, un miembro de la familia prepara en secreto una pequeña presentación para el resto. Puede ser un cuento dramatizado, un baile, un chiste, una adivinanza, un truco de magia o cualquier idea divertida.
¿Por qué es tan importante incorporar la sorpresa en la infancia?
Porque la vida misma está llena de imprevistos, y los niños que han aprendido a adaptarse a lo inesperado estarán mejor preparados para enfrentar cambios, resolver problemas y desarrollar su creatividad.
Así que, más allá de seguir rutinas necesarias, no olvidemos añadir pequeñas dosis de sorpresa en el día a día. ¡Brinda a tus hijos la maravillosa ventaja de ejercitar sus cerebros cada día!